Diablos irreverentes, saltarines, con máscara bien roja y cuernos de carnero. Se  vinieron conmigo, como la mermelada de ciruela y la estampa del Señor de la Sangre. Cada primer domingo de julio hay una razón para evocar Virú, para seguir el camino, a 45 kilómetros de la ciudad de Trujillo y despertar, mirando al Señor de Huamanzaña que ha llegado. Él viene en peregrinación y repite la historia que todos cuentan sobre cómo encontraron al Cristo que ahora veneran. Al Crucificado que permanece en el templo y avanza a su capilla en las afueras del pueblo, para quedarse allí toda la noche y volver al día siguiente recordando la entrada de esas épocas en las que por primera vez apareció a lo lejos y se puso pesado, exigiendo quedarse.

Al Señor de la Sangre

Lo trajeron de Huamanzaña

Las Casas eran de caña

Y los corazones de plata

Honra para el que cree y acata

Aunque los hombros se rajen,

pues por dos veces se volvió la imagen

A su capilla de palos de algarrobo

Y la tercera vez que era traído

Por la huaca de don Anselmo Pulido,

Al final de la lomada, se planto con mucha maña

¡Ahí quiso mucho su capilla

y ahí le hicieron su ramada

de caña brava y pájaro bobo!

(Fuente: http://srdelasangre.blogspot.com/) 

 

Virú es capital de la provincia del mismo nombre en la Región La Libertad. Se encuentra ubicada a unos 45 kilómetros al sur de la ciudad de Trujillo y a 164 msnm. La festividad más importante es la que dedican a la Preciosísima Sangre del Señor o Señor de la Sangre, la cual está inspirada en una historia que todos los pobladores conocen de memoria y la hacen suya como a los emblemas de esta tierra de la ciruela y el cañán.

La celebración en honor al Señor de la Sangre tiene cuatro días festivos. Se inicia cuando como símbolo de la llegada del Señor de la Sangre a esta provincia, traen a Virú (entre vítores y algarabía) el Señor de Huamanzaña, la imagen del Cristo que aún vive en el lugar llamado Huamanzaña, donde fue encontrado (aproximadamente en 1931)  por la señora Maximina Cuba.

El relato sobre el hacendado que quería quemar a las imágenes del pueblo y que los pobladores de Virú, por fiesteros y religiosos, quisieron salvar ; es bastante largo, sin embargo, es el eje de la existencia de esta fiesta en la que también está presente la réplica de la Preciosísima Sangre del Señor que viene en peregrinaje desde el distrito de Puente Piedra, en Lima, desde 1993.

En Virú la celebración está dirigida por una mayordomía integrada por cuatro representantes. Por el Síndico y el Alcalde, así se llaman los cargos, y éstos atienden al pueblo el día de víspera. Además están el primer y segundo mayordomo, que realizan la atención oficial el día principal, y en el desarrollo del trabajo de mayordomía el Primer Mayordomo trabaja con el Síndico y el Segundo Mayordomo con el alcalde. Pero para que sea auspiciosa la celebración aparece la figura de los devotos, donantes de enseres e insumos para la fiesta, quienes motivados por su devoción ofrecen estos regalos.

 

 La Boda, potaje central de la fiesta

Se le dice boda a todo el potaje, pero el término ayuda a nombrar a un integrante especial de este plato: la combinación del pan blanco con el azafrán, que no es el sazonador de la selva, sino una planta, que le da un toque verduzco a la mezcla. Esta mezcla luce en la parte superior ajíes, mollejitas y garbanzos. Por otro lado aparece el pepián de arroz que tiene un color rojo. Para servir: se pone sobre el plato la carne sancochada que ha hervido horas y sobre ésta va el pepián. Al costado se coloca la boda y encima sus trozos de frito, que es el chicharrón.

Diversas actividades aderezan la fiesta y una ellas es el concurso de danzas, en la que destacan: la diablada de Virú y Los Serranitos, pues son parte de una tradición y además se les suele reconocer no solo en el escenario sino también en los recorridos procesionales del Cristo.

 

La Diablada de Virú:

Víctor y su hermana Milagros son herederos de esta tradición: La diablada de Virú. Y están orgullosos, de cada detalle. Dicen que su padre soñó cómo deberían ser las máscaras de la banda, que la Virgen le reveló mientras dormía. Al principio las hicieron  de lata, pero con el tiempo, se han transformado en un trabajo artístico, bien diseñado y con buen acabado. El uso del cuero de las ovejas y los cachos del cabrito, le dan un atractivo especial e incluso resaltan más que aquel que dirige al grupo y que luce una máscara como la de la diablada de Puno.

Los Serranitos:

Don Gabriel es un conocedor y organizador de esta banda o bandita como él la llama. Refiere que cuando ya la mayordomía lo invita a participar, él va en busca de sus bailarines para convencerlos de integrarse al grupo. Los danzantes usan sombreros, cintas, espejos y pañuelos. Bailan al ritmo de dos maestros que tocan la caja. Ellos vienen de Calipuy.

 

Para tomar en Cuenta:

Historia del Señor de Huamanzaña:

Cuentan los abuelos viruñeros, que en Huamanzaña había una Iglesia de caña y esteras con sus imágenes, la misma se quemó y, como era de caña no quedó nada a excepción de la imagen del Señor de la Sangre, más conocida como el Señor de Huamanzaña.

La gente al ver que se había quedado sola la trajeron en procesión (con flores, velas, etc) al pueblo para dejarlo en la Iglesia de Virú, lo pusieron junto al Señor de la Sangre de Virú (era casi igual solo mas pequeño)

Pero paso algo que no podía creer la gente, el Señor de Huamanzaña ya no estaba en la iglesia se había regresado a su lugar (Huamanzaña) la gente que bajaba de Chequepe al pueblo lo habían encontrado al Señor de Huamanzaña, con dirección a Huamanzaña, ellos lo volvieron a traer a la imagen, pero era igual anochecía y no amanecía, por lo que se dice que la imagen quería quedarse en su lugar (Huamanzaña), fue así que los moradores de Huamanzaña lo hicieron su capilla y lo llamaron el SERRANITO DE HUAMANZAÑA, que actualmente se encuentra ahí.

El 02 de Julio de 1819 se había celebrado la fiesta del Señor de la Sangre de Virú y el Señor de Huamanzaña EL SERRANITO cada año bajaba al pueblo de Virú recorriendo y visitando a todos los fieles devotos de Chequepe haciendo su peregrinación quien a su encuentro viene San Pedro, San Pablo y la Purísima Concepción, los danzantes, los serranitos de Chequepe, los gitanos, David y Goliat, etc., quienes le dan la bienvenida para celebrar la Fiesta patronal con sus devotos comenzando los días 1, 2, 3, y 4 de Julio de cada año.

(Fuente: http://srdelasangre.blogspot.com/)

Fotos: Martín Alvarado.